El debut de la primera colección de Resort resultó de la relación sinérgica con el artista mexicano Samuel Guerrero, dando lugar a la creación de 2 fragancias que responden de estímulos a interpretaciones artísticas desde una concepción de la realidad muy personal para Guerrero.
El punto de partida para la creación aromática y estética en el proyecto surgió de entender la perfumería como un lenguaje capaz de reflejar una cosmovisión derivada del enaltecimiento de situaciones y experiencias ordinarias, espirituales, sensibles y enigmáticas relevantes para el artista y la marca.
El punto de partida para la creación aromática y estética en el proyecto surgió de entender la perfumería como un lenguaje capaz de reflejar una cosmovisión derivada del enaltecimiento de situaciones y experiencias ordinarias, espirituales, sensibles y enigmáticas relevantes para el artista y la marca.
.jpg)
.jpg)
SAMUEL GUERRERO
(n. 1997, Ciudad de México) vive y trabaja en la Ciudad de México.
La obra de Samuel Guerrero aborda una interpretación de lo vivencial a través de la asimilación del territorio, sus implicaciones culturales y políticas; la deconstrucción y reconstrucción del cuerpo, así como la formación de nuevas apariencias a través de elementos de identidad social. La obra de Guerrero está conformada por vivencias de las adversidades de un territorio y momentos en los que la percepción de concebirse a sí mismo en un determinado cuerpo y región determina histórica y culturalmente la noción de espacio. Tanto hacia la referencia y especulación de contenidos y estéticas de lo anterior, como de adaptaciones e interpretaciones hacia el futuro, mediante una conversación constante para distintas épocas entendidas por los patrones temporales no lineales.
La obra de Samuel Guerrero aborda una interpretación de lo vivencial a través de la asimilación del territorio, sus implicaciones culturales y políticas; la deconstrucción y reconstrucción del cuerpo, así como la formación de nuevas apariencias a través de elementos de identidad social. La obra de Guerrero está conformada por vivencias de las adversidades de un territorio y momentos en los que la percepción de concebirse a sí mismo en un determinado cuerpo y región determina histórica y culturalmente la noción de espacio. Tanto hacia la referencia y especulación de contenidos y estéticas de lo anterior, como de adaptaciones e interpretaciones hacia el futuro, mediante una conversación constante para distintas épocas entendidas por los patrones temporales no lineales.
